martes, 14 de noviembre de 2006

¿Industriales de cabeza, por cuestiones ambientales?

En agosto de 2005, la Dirección Metropolitana de Medio Ambiente de la ciudad de Quito, capital del Ecuador, publicó la Ordenanza Metropolitana 146, Sustitutiva del Título V del Medio Ambiente, Libro Segundo del Código Municipal para el Distrito Metropolitano de Quito.

Lo realmente nuevo de esta Ordenanza es el Capítulo VI "De la Prevención y Control de la Contaminación Ambiental" que en pocas palabras somete a una considerable cantidad de empresas a presentar Auditorías Ambientales.

Antes de la publicación de la referida Ordenanza, el control se realizaba bajo el ya tan renombrado proceso de "final del tubo", con lo que la Dirección Metropolitana de Medio Ambiente (DMMA) logró obtener una base de datos de apróximadamente unas 596 fuentes fijas de combustión registradas, pero con muy poco control efectivo sobre éstas.

Sin embargo, fue un proceso necesario y básico para iniciar la nueva filosofía ambiental dentro del Distrito Metropolitano de Quito, la cual se enfoca en la prevención y promoción ambiental.

Las Auditorías Ambientales buscan promover la implantación de Sistemas de Gestión Ambiental en las empresas, que les permitan a éstas y a la DMMA prevenir impactos ambientales en lugar de remediarlos, pero, a pesar de los resultados que se obtienen, las empresas, los consultores y los ciudadanos en general, continuamos pensando que el ambiente es un accesorio cultural o un complemento para la gestión empresarial.